Lo de los móviles no tiene nombre. Su mercado, cada vez más competitivo, se expande, crece a marchas forzadas y evoluciona a pasos agigantados hasta el punto de que asusta el salto que dan de un modelo a otro. Eso sí, es posible que, como sucediera con los ordenadores tradicionales, la evolución entre en una fase de ralentización.
Por esta razón, los fabricantes de tecnología se esmeran en adaptar nuevas funcionalidades que le den una visión más atractiva a los consumidores, que van adoptando las nuevas tendencias en función de su utilidad. Es el caso de una característica, la llamada “waterproof” (sumergible, en español), que cada vez más se encuentran en los modelos de teléfonos móviles de última generación.
Sony con su Xperia Z consiguió gran éxito gracias a incorporar la certificación IP 55, que garantiza su resistencia con agua y polvo. La firma japonesa ha sido uno de los grandes fabricantes en apostar, antes que el resto, con esta característica. El modelo Acro, de 2012, se protegía de estas partículas que, antiguamente, podría suponer la pérdida del móvil. Aunque no serviría como cámara acuática –para ese fin ya existen otros aparatos– reduce las posibilidades de estropearse en caso de caerse encima, por ejemplo, un café. Y ha seguido con los nuevos modelos.
Panasonic Eluga, Motorola Defy o Fujitsu F07D también introdujeron, en su momento, esta funcionalidad, tendencia en la actualidad. A prueba de salpicaduras, el Kyocera Hydro Elite ha querido situarse como uno de los mejores en este segmento, gracias, en parte, a su asequible precio, al igual que el Verykool RS90 Vortex.
RESISTENTE AL AGUA
Como carta de presentación, Samsung hizo lo propio lanzando una versión de su aún buque insignia resistente al agua. Se trata del Galaxy S4 Active (IP67), que incluso se puede utilizar con guantes. Para no ser menos, la firma surcoreana ha adaptado esta característica al Galaxy S5, que verá la luz en abril. Resistente al agua y polvo, pero no sumergible, como se hubiera deseado. Y esta marca tampoco se quiere quedar en eso solo, ya que se rumorea que el “phablet” Note 4 contará con el índice de protección IP67.
Con menos protección, el HTC Butterfly, lanzado en 2012, también se sumergía en esta condición, cada vez más presente en los móviles. LG podría hacer lo propio con el futuro LG G3, aunque sin confirmación oficial. Esta característica podría convertirse en un estándar de todos los dispositivos móviles en un futuro.
Créditos lanacion.
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